La Sociología de la Educación es una de las más jóvenes ramas del saber humano, ya que posee alrededor de sólo un siglo de existencia. Fueron Augusto Comte y Emile Durkhein los que le dieron vida como Ciencia general (Comte) y como Ciencias de la Educación (Durkhein).La epistemología de la Sociología de la Educación es enormemente rica en su marco teórico y metodológico. Entre los estudios sociales que formula figuran la Pedagogía, el Colectivo Escolar, el Colectivo Pedagógico, las relaciones sociales, la Institución Escolar, la familiam la comunidad, el desempeño de roles y los códigos de género entre otros.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Declaración final de la XX Cumbre Iberoamericana
Declaración de Mar del Plata

La siguiente es la declaración final, denominada “Declaración de Mar del Plata”  aprobada por los jefes de Estado y de Gobierno de los países  participantes en la XX Cumbre Iberoamericana:
Las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de los países  miembros de la Comunidad Iberoamericana, reunidos en la ciudad de  Mar del Plata, República Argentina, en ocasión de la XX Cumbre  Iberoamericana bajo el tema “Educación para la Inclusión Social”,  inspirados en los valores y principios que constituyen el acervo iberoamericano, y en el contexto de la conmemoración de los  Bicentenarios de América Latina, reiteran el objetivo común de  avanzar en la construcción de sociedades justas, democráticas,  participativas y solidarias en el marco de la cooperación e  integración cultural, histórica y educativa iberoamericanas, valorando los importantes logros alcanzados en los últimos años en materia de crecimiento de la cobertura de nuestros sistemas  educativos en el nivel primario, especialmente respecto de una  mayor inclusión de sectores históricamente excluidos y grupos  vulnerables, tales como la población rural, las comunidades de  pueblos originarios, los afro-descendientes y los sectores de  menores recursos y personas con discapacidades.
Considerando, a su  vez, los esfuerzos realizados por incrementar la inversión en el  ámbito educativo y aquellos orientados a estrechar los lazos de  cooperación e intercambio entre nuestros países, se advierte sin  embargo, que aún existen importantes brechas de desigualdad en el  acceso a la educación de la primera infancia, la secundaria y el  nivel superior, así como también entre mujeres y hombres, con  respecto a la calidad de los aprendizajes alcanzados durante la  escolarización de las niñas y los niños, jóvenes y adultos de toda  la región, Considerando las valiosas contribuciones sobre la educación  que emanaron de las Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno,  especialmente aquellas centradas en profundizar los compromisos  sobre la educación en nuestras naciones: Madrid (1992), Bariloche  (1995), Panamá (2000), Bávaro (2002), Santa Cruz de la Sierra  (2003), San José de Costa Rica (2004), Salamanca (2005), Santiago de Chile (2007), y los programas de acción que de ellas derivaron.
Subrayando por ello que el desafío asumido en esta celebración del  Bicentenario radica en redoblar y hacer más eficientes los  esfuerzos en aras de alcanzar el ineludible objetivo de atender y  concluir las tareas pendientes para lograr una educación con  inclusión social intra e intercultural en la región iberoamericana  de calidad para todos y todas, para promover una Iberoamérica más  justa, con desarrollo económico, social y cultural en el marco de  sociedades democráticas, solidarias y participativas que promuevan  el bienestar de todos los habitantes de nuestra región, Considerando que los gobiernos deben facilitar el acceso y la  comprensión de las leyes a los ciudadanos y caminar hacia un modelo  de Administración más abierto, transparente y colaborativo, que  permita responder eficazmente a los desafíos económicos, sociales,  culturales y ambientales que se plantean a nivel mundial.
Nota: el documento firmado por los Jefes y Jefas de Estado es muy extenso. Sin embargo he querido reflejar las intenciones y propuestas del mismo, en esta breve introducción. Quien desee acceder al documento en su totalidad puede entrar en el sitio de la Organización de Estados Iberoamericanos – Metas para el 2021.
Lev Semenovich Vygotsky : Un Psicólogo en la Educación

Lev Semenovich Vygotsky nació el 17 de noviembre de 1896 en Orsha, Bielorrusia. Su padre era representante de una compañía de seguros y su madre, aunque tenía formación como maestra, ejerció de ama de casa dedicándose por entero al cuidado de sus ocho hijos.
Poco se conoce de su infancia y adolescencia. Sabemos, por ejemplo, que era el segundo de estos ocho niños, y que su familia era judía. Pertenecían a la intelectualidad de su ciudad siendo sus condiciones económicas privilegiadas.
Vivían en un apartamento grande, con una biblioteca amplia, y los hijos estudiaban en casa con tutores. Del judaísmo cultivaban más las tradiciones culturales y folclóricas que la religión.
Después de años de estudio con profesores particulares, y ya en la adolescencia, Vygotsky pasó a frecuentar el Gimnasio Judaico de la ciudad de Gomel, graduándose en 1913 y recibiendo una medalla de oro a los 17 años. En la Universidad de Moscú estudió medicina, transfiriéndose un mes después a derecho. En la Universidad del Pueblo de Shanjavsky estudió historia y filosofía.
El 11 de junio de 1934 a los 38 años, muere de tuberculosis en el Sanatorio de Serebrannyj Bor.
Hace por lo menos tres décadas que el pensamiento de Lev Semenovich Vygotsky viene provocando reacciones de extrañeza y admiración en filósofos, psicólogos y educadores de varios países del mundo.
Fue un pensador con una múltiple formación y con vastas influencias teóricas.
Al haber producido sus trabajos en la Unión Soviética luego de la revolución de 1917, su teoría fue marcada por sus experiencias de intelectual y educador, así como por las concepciones materialistas presentes en aquel contexto. Vygotsky dio gran importancia al sustrato material del desarrollo psicológico, el cerebro, y también atribuyó igual valor a la dimensión social en el proceso del desarrollo humano.
El materialismo dialéctico (presente en sus teorías), afirma que todos los fenómenos, sean humanos o naturales, están en movimiento y en constante transformación. Esta idea permite entender la concepción de desarrollo humano, que lejos de aceptar el determinismo ambientalista de los empiristas, introdujo una especie de dialéctica.
El paradigma marxista sobre el concepto de sociedad influyó fuertemente en el pensamiento vygotskyano. Para Marx, los cambios ocurridos en la sociedad modificaban las relaciones sociales y, por consiguiente, la propia naturaleza humana. Siguiendo tal concepción materialista de hombre, Vygotsky afirmó que las interacciones vividas en determinados contextos socio – culturales pueden facilitar, inhibir o modificar el desarrollo y el modo de funcionamiento de las funciones psicológicas superiores. De acuerdo con el materialismo dialéctico, hombre y naturaleza se influyen y se transforman mutua y continuamente.
“Al actuar sobre la naturaleza exterior el hombre modifica, al mismo tiempo, su propia naturaleza. El movimiento auto – transformador de la naturaleza humana es un movimiento material que abarca la modificación, no sólo de las formas de trabajo y organización práctica de la vida, sino también de los propios órganos de los sentidos. La formación de los cinco sentidos es trabajo de toda la historia pasada” K. Marx
El estudio de las funciones psicológicas superiores condujo a Vygotsky a una investigación sobre cómo los procesos culturales interactúan con los mecanismos biológicos. Para él, sólo la maduración biológica no era suficiente para desarrollar la complejidad de las estructuras psicológicas y se empeñó en demostrar la importancia de la génesis social en la construcción de esas funciones.
Siendo el cerebro el órgano biológico de las funciones psicológicas, su funcionamiento se fundamenta, necesariamente, en las relaciones que el individuo establece con el mundo externo.
Para él, la cultura es parte esencial de la humanización del hombre: “Se pueden distinguir, dentro de un proceso general de desarrollo, dos líneas cualitativamente diferentes de desarrollo, difiriendo en cuanto a su origen: por un lado, los procesos elementales que son de origen biológico y, por el otro, las funciones psicológicas superiores, de origen socio – cultural. La historia del comportamiento del niño nace del entrelazamiento de esas dos líneas”( Vygotsky)

La interacción es lugar del sujeto
“El sujeto aprende a organizarse en el mundo en función de las interacciones vividas con otros sujetos sociales. La presencia del otro social puede manifestarse en las más variadas formas: a través de objetos, espacios, costumbres y actitudes culturalmente definidos” (Vygostsky y Luria).
A partir de la noción de que el sujeto se constituye en la interacción, Vygotsky estudia el ser psicológico completo. El ser humano completo, en una concepción vygotskyana, es un ser marcado por su cultura, que hace su historia impregnada por los valores de su grupo social.
La formación de las funciones mentales superiores ocurre en y por la interacción del sujeto con el medio, que no es sólo físico, sino que principalmente, está cargado de significados y, por lo tanto, pleno de ideología, de historia, de cultura.
No se trata de un sujeto moldeado pasivamente por lo social, ni tampoco de un individuo y sus recursos propios: “el plano intersubjetivo no es el plano del otro, sino el de la relación con el otro”.
La comprensión de los significados de las cosas en el mundo, de las personas con quien nos relacionamos y de nosotros mismos, se construye a partir de situaciones compartidas y vivenciadas con otros sujetos, en la construcción de afectos y conocimientos, en la confrontación de puntos de vista y en el descubrimiento y creación de nuevos sentidos. Para explicar la importancia de las interacciones y el doble origen material – social y biológico – del desarrollo humano, Vygotsky utiliza los conceptos de internalización y mediación.
La internalización corresponde a la capacidad humana de reconstruir e interiorizar las experiencias vividas externamente. En una sociedad mediada por la cultura, el hombre, al interactuar, reconstruye dialécticamente sus experiencias, atribuyendo a éstas un significado conforme a los elementos culturales presentes en su contexto.

La mediación
La mediación es un concepto fundamental en la teoría de Vygotsky y corresponde al: “enlace epistemológico de todo el sistema teórico vygotskyano” ( Pino, 1991, pág 32). La comprensión de lo que llamó mediación nos permite entender la relación de los sujetos con  el medio social y físico, el proceso de internalización y, consecuentemente, el desarrollo de las funciones psicológicas superiores que, según él, es lo que nos diferencia de los otros animales.
La mediación posibilita la interacción entre elementos de una relación. En contraste con la relación directa de los animales con el ambiente, la actividad humana incluye el uso de mediadores externos. Vygotsky habla de dos tipos de mediadores externos: los signos y los instrumentos.
La diferencia primordial entre signos e instrumentos radica en las diferentes formas con las que éstos orientan y afectan el comportamiento humano. El instrumento posibilita al hombre operar sobre la naturaleza y modificarla externamente, mientras que el signo no modifica el objeto de la acción del hombre, sino que lo orienta internamente. El signo permite que el hombre controle su propio comportamiento.
La función mediadora del lenguaje (sistema de signos) tornó al hombre capaz de reflexionar sobre las formas más simples de comportamiento humano, como también de ejecutar las más altas formas de regulación de su propia acción.
Lo que configura el lenguaje es el intercambio y la comprensión de los significados, sea a través de los gestos, las miradas, el llanto o las palabras. La adquisición del lenguaje, más claramente del habla – del discurso, proporciona un salto cualitativo a las relaciones sociales, al mismo tiempo que posibilita la ampliación del universo simbólico.
En los últimos dieciocho meses de su vida, Vygotsky dirige su atención y sus investigaciones hacia la relación entre la educación y el desarrollo en general. En ese período surge el abordaje sistémico de las zonas de desarrollo, que más tarde sería consagrado como la Zona de Desarrollo Proximal (ZDP).
Para Vygotsky, la interacción entre los diferentes miembros de la cultura favorece la creación de la ZDP. Estos miembros pueden ser adultos o niños de la misma edad o de edades próximas, pero con capacidades y habilidades sociales diferentes. Al estar en contacto con  otros sujetos, el niño no sólo desarrolla sentimientos, posturas corporales y sociales…, sino que también transforma su nivel de desarrollo potencial en nivel de desarrollo actual o real.
Vygotsky defendía la idea de que, cuando hablamos del nivel de desarrollo de un niño, estamos hablando de, por lo menos, dos niveles de desarrollo, el actual y el potencial.
La zona de desarrollo próximo se caracterizaría por una cierta tensión entre el nivel de desarrollo actual (aquello que el sujeto ya es capaz de hacer y que puede ser observado por el grupo social) y el nivel de desarrollo potencial (las funciones intrapsíquicas que el sujeto posee, pero que están inmersas en sus potencialidades). El resultado de esta tensión sería un nuevo nivel de desarrollo actual.
Así, el niño tiene un desempeño cuando realiza solo alguna actividad, sin embargo, este desempeño puede ser ampliado o sufrir un retroceso cuando la actividad es realizada en compañía de alguien (niño o adulto) más o menos experimentado.
“La zona de desarrollo próximo es la distancia entre el nivel de desarrollo real, que suele determinar a través de la solución independiente de problemas, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la solución de problemas bajo la orientación de un adulto o con la colaboración de compañeros más capaces” (Vygotsky 1998ª, pág.112)
El desarrollo infantil de Vygotsky es visto de forma prospectiva, es decir va más allá de las aparentes capacidades presentadas por los niños. En la zona de desarrollo próximo, el nivel de desarrollo actual es encarado como fuente de posibilidades para la maduración de funciones embrionarias en el individuo y no como fin último del proceso de desarrollo.

Fuente: Psicología, Cultura y Educación: Perspectivas desde la obra de Vygotsky
(Vera María Ramos de Vasconcellos – Claudia da Costa Guimaráes Santana).   

Las otras, nosotras
Después de los muertos y los heridos, lo peor que dejó el conflicto en el Parque Indoamericano es la constatación de que la xenofobia no es patrimonio de nadie, ni siquiera de Mauricio Macri. Sus declaraciones fueron como una puerta abierta para que se manifestara un odio la mayor parte del tiempo enmascarado en frases hechas y peligrosas como “tengo un amigo boliviano” o “adoro a mi mucama paraguaya”. No es una novedad, pero el odio antiinmigratorio se muestra con toda su crueldad. Vale la pena al menos recordar quién queda en casa cuando las mujeres de clase media salen a trabajar: la mitad de las empleadas domésticas, en Buenos Aires, son extranjeras.
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*       Por Luciana Peker
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En 1941, Otto Frank pidió la visa a Estados Unidos para poder emigrar y escapar del nazismo. No le dieron permiso para cumplir con las leyes migratorias. El relato de Anna, escondida en la llamada “casa de abajo”, con palabras de niña y un final sin palabras en un centro de concentración nazi, se convirtió en el decálogo universal de todo eso a lo que la humanidad quiere decirle “Nunca más”.
Y todo eso se habría evitado con fronteras amplias que mirasen menos a su ombligo y más a la humanidad de buscar una vida mejor. Así como lo hizo la actriz mexicana Zalma Hayek (que suele ser mirada y no por su ombligo) que confesó –bah, confesó es un verbo que le ponen los cronistas que consideran el pasado de Zalma como un prontuario y no el antecedente lógico del glam latino– que fue inmigrante ilegal en Estados Unidos antes de convertirse en estrella de Hollywood.
En estos días, Mauricio Macri no sólo reprimió a las personas sin vivienda que residían en el Parque Indoamericano, también encendió la mecha de la xenofobia siempre cruel y latente, cuando dijo que no podía hacerse cargo de todos los problemas latinoamericanos y que el punto no era la inmigración pero sí la ilegalidad.
“Quise velarlo acá porque este lugar fue su último sueño. Acá llegó feliz, entusiasmado. Y acá lo traigo nuevamente, congelado, todo cortado y sin uñas a mi maridito. Como a las ovejas lo carnearon”, contó Elizabeth, la esposa de Juan Castañeta Quispe, el inmigrante boliviano baleado y velado en el Parque Indoamericano.
Quispe también se llama Mariluz, una mujer peruana de 28 años, con tres hijos, que le cuenta a LasI12: “Trabajé en costura en talleres textiles, de 8 a 8, con cama en los talleres. No tenía las cosas adecuadas. En invierno no tenía para bañarme con agua caliente, era duro”. Ahora no tiene trabajo y vive en una pieza de una casa tomada en el Abasto. Vive con miedo y sin aire. Ni para rondar con sus tres hijos. “Algunas personas te dicen: ‘Bueno, dejen de tener hijos’. ¿Y por qué la clase media alta puede tener hijos? Está bien, ellos pueden pagar una empleada que los cuide. Pero una también tiene la necesidad de tener hijos.”
¿Quién no tiene una empleada boliviana?
–La mujer que cuida a mi hijo es boliviana y yo la adoro –dijo en defensa de Mauricio Macri la legisladora porteña y PRO Paula Bertol.
La inmensa mayoría de las mujeres que trabajan lo hacen porque otra mujer, boliviana, peruana, paraguaya, está detrás para cuidar de los hijos propios. Es difícil que una mujer de clase media salga a trabajar sin contar con una empleada doméstica. Y es fácil también escuchar comentarios que las califican según su nacionalidad –las peruanas son más cultas, las paraguayas limpian mejor, y así– como si se estuviera hablando de especies y no de personas particulares que dejan a sus propios hijos para cuidar a otros. Quien se sienta develado/a por esas frases repetidas seguramente dirá que es sin mala intención, que, como la legisladora del PRO, adora a su empleada. Habría que preguntar con más cuidado cuántos días libres se les da y si tienen la oportunidad y el tiempo para tramitar sus documentos. Según el informe Situación laboral del servicio doméstico en la Argentina –elaborado por el Ministerio de Trabajo– casi la mitad de las trabajadoras domésticas son migrantes: un 28,7 por ciento viajó desde otra provincia y un 12,6 por ciento proviene de otro país.
Pero si a América la conquistaron con espejitos de colores, el discurso xenófobo no sólo es malo, además, le falta mirarse al espejo. “Mucha gente xenófoba que seguro hoy está criticando a las inmigrantes debe tener hijos que se fueron a Europa a hacer la gran carrera de mesero como hicimos muchos. Llegamos con el estigma del ‘argentino igual culto’ y para los europeos somos igual que los ‘bolitas, los paraguas, los peruca’, o cualquier latinoamericano más. Y en Londres supuestamente no te discriminan pero los laburos que conseguís son los que ellos no quieren hacer”, desnuda la locutora Fernanda Villanueva.
En España, también la violencia de género se siente más fuerte contra las de afuera, que pagan no sólo derecho de piso. La activista Montserrat Boix relata: “Se han realizado pocas acciones específicas para apoyar a los colectivos de mujeres más vulnerables, lo que está provocando que aumente el número de asesinatos entre las mujeres migrantes”. ¿Y qué las hace más vulnerables? Montserrat describe: “Falta de información de sus derechos, dificultad en la comprensión del idioma, miedo a denunciar ante el temor de ser expulsadas del país, las condiciones en las que viven, el desarraigo y las condiciones de precariedad laboral y de vivienda”.
“Ser norteamericana acá te abre puertas, hace que la gente tenga confianza en vos solo por saber de dónde sos, que la gente quiera conocerte y que se brinde de otra manera. Está claro que el argentino no tiene el mismo nivel de interés o de solidaridad con los migrantes que vienen de los países vecinos que con los norteamericanos o franceses, españoles, holandeses y, por lo tanto, es mucho más difícil ser una migrante boliviana”, puntualiza Wendy Gosselin, que vive y trabaja de traductora en Argentina desde hace trece años.
“Necesitamos saber sobre nuestros derechos de inmigrante, de personas, porque una va al hospital y te tratan mal o te dicen ‘no hay más turno’. Y a veces una dice ‘soy extranjera, está bien`. Pero está escrito en los derechos universales que todos tenemos el mismo derecho”, dice Mariluz Quispe. Dice y da la teta. Dice y cría. Dice y espera, exige, necesita, que la escuchen a ella, una de las muchas Quispe, una de las Quispe que hacen la Argentina.
 Viernes, 17 de diciembre de 2010

ROSARIO TIENE MEMORIA

CIUDAD › QUEDO INAUGURADO ANOCHE EL MUSEO DE LA MEMORIA EN LA EX SEDE DEL COMANDO DEL II CUERPO
En el nombre de los ausentes
"Construimos este edificio para que lo mejor y lo más oscuro de la condición humana queden aquí reflejados", dijo el director del Museo, quien fue el único orador. El gobernador Binner lo calificó de "maravilloso proyecto educativo".
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 Por Guillermo Zysman
Rosario no olvida. Y desde anoche tiene su Museo de la Memoria inaugurado. Ante una multitud que se concentró en la esquina de Córdoba y Moreno, el gobernador Hermes Binner y el intendente Miguel Lifschitz encabezaron el acto que dejó formalmente habilitado el espacio que recuerda la violación de los Derechos Humanos en la última dictadura en lo que fuera la sede del II Cuerpo de Ejército durante aquellos años en la ciudad. "Hemos construido un Museo para que el nombre de los ausentes, aquellos que fueron arrebatados por la violencia homicida del Estado, no sean devorados por el olvido. Quisimos que su juventud, su templanza, sus visiones del mundo quedaran resguardadas entre estas paredes", destacó el director del Museo, Rubén Chababo. "Parece un sueño, pero es la realidad, demuestra que 33 años de lucha no fueron en vano", se emocionó en el escenario Elsa "Chiche" Massa, de Madres de Plaza de Mayo. Binner recordó que la ordenanza del Concejo que definió el emplazamiento fue sancionda durante su gestión al frente del municipio "y no bien se presentó impulsamos su sanción e hicimos las gestiones para que este maravillos proyecto se concrete". Lifschitz destacó "el mensaje de tolerancia que difunde el Museo pese a referise a las atrocidades de la dictadura".
El tiempo no acompañaba. Tras una sofocante jornada, al caer la tarde el cielo se puso amenazante. No fue obstáculo para que miles de rosarinos se acercaran a Moreno y Córdoba para participar de la inauguración del Museo de la Memoria donde hasta hace poco funcionó el lujoso bar temático Rock & Feller's. Militantes de aquellos años, Madres, Abuelas, jóvenes de hoy involucrados en la cosa pública, artistas y la dirigencia política de la ciudad y la provincia dijeron presente. También estaban los tres mentores de la iniciativa: los ex concejales radicales Daniel Luna, Rafael Ielpi y Roberto Bereciartúa.
Emocionado, Binner recorrió el Museo y recordó ante Rosario/12 que cuando se presentó el proyecto en el Concejo "por parte del ex concejal Luna, lo apoyamos, le dimos impulso y luego hicimos todas las gestiones ante la provincia para que este maravilloso proyecto cultural y educativo se concrete y sea la realidad que hoy estamos viendo, para que nuestros jóvenes vengan y conozcan lo que pasó en aquella época, y para que no vuelva a suceder".
Lifschitz comentó que la negociación con el antiguo propietario de la vieja casona donde funcionó el II Cuerpo de Ejército "fue una de las primeras decisiones políticas que tuve que adoptar al asumir la intendencia. Negociamos, llegamos a un acuerdo y compramos el inmueble y con mucha satisfacción lo estamos inaugurando". Para el intendente el espacio habilitado "es un lugar para generar conciencia, pensado para todos pero en particular para las generaciones que no vivieron aquella tragedia". El jefe comunal destacó "el mensaje de tolerancia que promueve el Museo pese a tener que abordar las atrocidades cometidas por el Estado en la dictadura".
El viento hizo lo suyo e impidió el "descubrimiento" de uno de los símbolos del Museo: diez columnas en forma de rollo de bronce con los nombres de los desaparecidos y víctimas del terrorismo estatal. Un show de multimedia evocó aquellos años reflejándose en las paredes recuperadas para la ciudad y luego llegaron los discursos.
Chababo recordó que durante "años en estas puertas que hoy abrimos de par en par, madres, padres y hermanos llegaron en búsqueda de una verdad que les fue negada". Más adelante destacó la tarea de reconstrucción de "esta casa en un sitio para la reflexión, piedra por piedra, baldosa por baldosa para que sirva de testimonio de cuán fragil es la condición humana y cuán responsable somos cada uno de nosotros de su cuidado".
Aludió a la prolongada y compleja negociación con los empresarios responsables del Rock & Fellr`s "que a lo largo de años se empeñaron en decir que no sería posible, sin saber que cada no, cada rechazo no hacía más que aumentar nuestro empeño".
"Hemos construido el Museo continuó a partir de preguntas, de interrogantes, en base a un puñado de certezas. Construimos este edificio para que lo mejor y lo más oscuro de la condición humana queden aquí reflejados, pero por sobre todas las cosas para que este edificio sea la prueba inquebrantable de nuestra desconfianza ante cualquier proyecto político que no visualice a la dignidad humana en el primer punto de su agenda". Tras reivindicar la política de Derechos Humanos del Gobierno nacional, por promover la reapertura de los juicios a los genocidas, cerró: "Viva la vida, viva la democracia".
Chiche Masa hizo mención al peregrinar "de un pequeño grupo de familiares que veníamos en el 77 a este lugar, para saber dónde estaba nuestros familiares y recibíamos una humillante respuesta de los militares, de quiénes impartían las órdenes para que cometieran las peores atrocidades en los Centros clandestinos de detención". Mencionó con nombre y apellido a algunos de los más ilustres militantes de esos años. "Ellos deben estar felices de este logró", dijo al final. "Madres de la Plaza, el pueblo las abraza", la ovacionó la multitud.

LA AVENTURA DEL CONOCIMIENTO Y EL APRENDIZAJE

 
 
Por Alejandro Dolina
La velocidad nos ayuda a apurar los tragos amargos. Pero esto no significa que siempre debamos ser veloces. En los buenos momentos de la vida, más bien conviene demorarse. Tal parece que para vivir sabiamente hay que tener más de una velocidad. Premura en lo que molesta, lentitud en lo que es placentero. Entre las cosas que parecen acelerarse figura -inexplicablemente- la adquisición de conocimientos. 
En los últimos años han aparecido en nuestro medio numerosos institutos y establecimientos que enseñan cosas con toda rapidez: "....haga el bachillerato en 6 meses, vuélvase perito mercantil en 3 semanas, avívese de golpe en 5 días, alcance el doctorado en 10 minutos....." 
Quizá se supriman algunos... detalles. ¿Qué detalles? Desconfío. Yo he pasado 7 años de mi vida en la escuela primaria, 5 en el colegio secundario y 4 en la universidad. Y a pesar de que he malgastado algunas horas tirando tinteros al aire, fumando en el baño o haciendo rimas chuscas. 
Y no creo que ningún genio recorra en un ratito el camino que a mí me llevó decenios. 
¿Por qué florecen estos apurones educativos? Quizá por el ansia de recompensa inmediata que tiene la gente. A nadie le gusta esperar. Todos quieren cosechar, aún sin haber sembrado. Es una lamentable característica que viene acompañando a los hombres desde hace milenios. 
A causa de este sentimiento algunos se hacen chorros. Otros abandonan la ingeniería para levantar quiniela. Otros se resisten a leer las historietas que continúan en el próximo número. Por esta misma ansiedad es que tienen éxito las novelas cortas, los teleteatros unitarios, los copetines al paso, las "señoritas livianas", los concursos de cantores, los libros condensados, las máquinas de tejer, las licuadoras y en general, todo aquello que ahorre la espera y nos permita recibir mucho entregando poco.
Todos nosotros habremos conocido un número prodigioso de sujetos que quisieran ser ingenieros, pero no soportan las funciones trigonométricas. O que se mueren por tocar la guitarra, pero no están dispuestos a perder un segundo en el solfeo. O que le hubiera encantado leer a Dostoievsky, pero les parecen muy extensos sus libros. 
Lo que en realidad quieren estos sujetos es disfrutar de los beneficios de cada una de esas actividades, sin pagar nada a cambio. 
Quieren el prestigio y la guita que ganan los ingenieros, sin pasar por las fatigas del estudio. Quieren sorprender a sus amigos tocando "Desde el Alma" sin conocer la escala de si menor. Quieren darse aires de conocedores de literatura rusa sin haber abierto jamás un libro. 
Tales actitudes no deben ser alentadas, me parece. Y sin embargo eso es precisamente lo que hacen los anuncios de los cursos acelerados de cualquier cosa. 
Emprenda una carrera corta. Triunfe rápidamente. 
Gane mucho "vento" sin esfuerzo ninguno. 
No me gusta. No me gusta que se fomente el deseo de obtener mucho entregando poco. Y menos me gusta que se deje caer la idea de que el conocimiento es algo tedioso y poco deseable. 
¡No señores: aprender es hermoso y lleva la vida entera!
El que verdaderamente tiene vocación de guitarrista jamás preguntará en cuanto tiempo alcanzará a acompañar la zamba de Vargas. "Nunca termina uno de aprender" reza un viejo y amable lugar común. Y es cierto, caballeros, es cierto. 
Los cursos que no se dictan: Aquí conviene puntualizar algunas excepciones. No todas las disciplinas son de aprendizaje grato, y en alguna de ellas valdría la pena una aceleración. Hay cosas que deberían aprenderse en un instante. El olvido, sin ir más lejos. He conocido señores que han penado durante largos años tratando de olvidar a damas de poca monta (es un decir). Y he visto a muchos doctos varones darse a la bebida por culpa de señoritas que no valían ni el precio del primer Campari. Para esta gente sería bueno dictar cursos de olvido. "Olvide hoy, pague mañana". Así terminaríamos con tanta canalla inolvidable que anda dando vueltas por el alma de la buena gente. 
Otro curso muy indicado sería el de humildad. Habitualmente se necesitan largas décadas de desengaños, frustraciones y fracasos para que un señor soberbio entienda que no es tan pícaro como él supone. Todos -el soberbio y sus víctimas- podrían ahorrarse centenares de episodios insoportables con un buen sistema de humillación instantánea.
Hay -además- cursos acelerados que tienen una efectividad probada a lo largo de los siglos. Tal es el caso de los "sistemas para enseñar lo que es bueno", "a respetar, quién es uno", etc.
Todos estos cursos comienzan con la frase "Yo te voy a enseñar" y terminan con un castañazo. Son rápidos, efectivos y terminantes. 
Elogio de la ignorancia: Las carreras cortas y los cursillos que hemos venido denostando a lo largo de este opúsculo tienen su utilidad, no lo niego. Todos sabemos que hay muchos que han perdido el tren de la ilustración y no por negligencia. Todos tienen derecho a recuperar el tiempo perdido. Y la ignorancia es demasiado castigo para quienes tenían que laburar mientras uno estudiaba. 
Pero los otros, los buscadores de éxito fácil y rápido, no merecen la preocupación de nadie. Todo tiene su costo y el que no quiere afrontarlo es un garronero de la vida. 
De manera que aquel que no se sienta con ánimo de vivir la maravillosa aventura de aprender, es mejor que no aprenda. 
Yo propongo a todos los amantes sinceros del conocimiento el establecimiento de cursos prolongadísimos, con anuncios en todos los periódicos y en las estaciones del subterráneo.
"Aprenda a tocar la flauta en 100 años".
"Aprenda a vivir durante toda la vida".
"Aprenda. No le prometemos nada, ni el éxito, ni la felicidad, ni el dinero. Ni siquiera la sabiduría. Tan solo los deliciosos sobresaltos del aprendizaje". 
Fuente: http://www.compositum.com.ar/la-aventura-del-conocimiento-y-el-aprendizaje-2009-12-29.html



domingo, 12 de diciembre de 2010

EL COSTADO PERVERSO DEL ENANO INTERIOR

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*       Por Sandra Russo
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La imagen de Soldati en el atardecer del jueves, cuando la Metropolitana se retiró por completo y dejó solos a esos vecinos y a esos ocupantes cuyo celo recíproco fogonearon el jefe de Gobierno porteño y sus funcionarios todo el día, trajo velozmente a la memoria el recuerdo de los saqueos del ’89 y los del 2001. En los dos casos, los acontecimientos desempozaron el perfil facho de esas clases medias que cuelgan de un alambre o a las que un alambrado separa de la exclusión.
Vuelvo a 1989: preanunciando la caída de Alfonsín, en el conurbano y en Rosario, turbas autóctonas sin nada avanzaban sobre supermercados y desbordaban a la policía, que era reclamada a los gritos por los vecinos de los barrios pobres, pero de cemento: hay una foto de una terraza muy precaria con su propietario encaramado en ella con una escopeta. Gritaba que se defendería “de los negros”. El Estado se retiraba y dejaba que el descontrol marcara el fin de un gobierno.
Esta vez fue distinto: fue el propio gobierno porteño el que convocó a esa escena. Lo hizo agitando antes de Navidad el tema de las escrituras para los pobladores “originales” de las villas (en Noticias Urbanas del 6 de diciembre se publican los dichos al respecto de Horacio Rodríguez Larreta y un debate con Aníbal Ibarra); lo hizo el martes, permitiendo que la Policía Metropolitana, a cargo de la custodia del predio, dejara entrar al grupo de punteros que precedió a la entrada masiva de ocupantes; lo hizo proporcionando un relato, a cargo de Mauricio Macri, según el cual la Policía Federal, al retirarse de una escena que ya tenía dos muertos y varios heridos, “dejaba solos a los vecinos”, y que la culpa de todo la tienen los bolivianos y peruanos y paraguayos que no paran de llegar porque el gobierno nacional no pone ninguna traba. Como simple espectador de noticieros tendenciosos y de discurso racista (“estos vecinos aclaran que ellos no son piqueteros, que están cortando la ruta por necesidad”, repetía un cronista que no obstante momentos después era acorralado por vecinos armados con machetes y armas de fuego. Esa crónica supone que la necesidad está del lado de la preservación del cemento y no, también, de la intemperie de los otros), uno advierte que hay un flanco que ningún informativo cubría: quiénes convocaron, quiénes lotearon, quiénes cobraron inscripciones en falsas listas de lotes, quiénes fueron los punteros que operaron desde varios días antes del conflicto.
Conocemos bien el acento popular del enano fascista, siempre buscado, siempre masajeado por militares o civiles en busca de la pata electoral. Siempre los que están en la orilla de un sistema, resistiendo la caída o con su identidad puesta en el cemento del que están hechas sus casas, contra los que ya cayeron o nunca tuvieron nada. En ese frote se pesca el caos. Los desgraciados sucesos de Soldati fueron el lanzamiento de la campaña de Macri. Es en esto en lo que cree. En el impacto de la sangre como eje de la polarización política de la que sus asesores insisten que saldrá airoso.
Esas banderas argentinas que sacaron algunos vecinos de Soldati a la luz de las cámaras de la televisión y al grito de “fuera los extranjeros” reflotan la Argentina que da vergüenza. La que cae y cae y cae en la trampa. Esos vecinos creen que sus problemas se deben a la inmigración latinoamericana, y no a un gobierno tilingo que conduce un hombre que estuvo a punto de morirse ahogado con el bigote del disfraz de Freddy Mercury, y que miente a lo largo y lo ancho de sus días.
Macri no inventó la pólvora plantando un escenario en el que los pobres se coman a los pobres. Es el eterno juego de-sestabilizador de la derecha, el juego sucio de la derecha, su hilacha más perversa: un amague de verdadero populismo de derecha, tóxico y torpe, ahora macrista.
Al tipo que le soplan al oído lo que les tiene que decir a los periodistas no le interesan muchas cosas de su gobierno. No las sabe, no las entiende, no las maneja. Lo único que lo tiene entretenido, su Play-Station personal y continua, es su carrera presidencial. No tiene ningún proyecto político: su carrera presidencial también es un desafío personal, de ésos de los libros de autoayuda que lee: “Cómo ser el hijo de un rico que no te valora y demostrarle que tú puedes alcanzar lo que te propongas, ¡incluso la presidencia de la nación!”.
Habrá que desenmarañar esta puesta en escena que cobró vidas inútilmente, una vez más, porque aunque algunos vecinos de Soldati lo sostengan, no son los bolivianos ni los peruanos los culpables del fracaso de este país, puesto que no es el país el que fracasa, aunque por la noche Nelson Castro elija el zócalo “¿Se faveliza la Argentina?”. Buenos Aires no es la Argentina. Buenos Aires es un territorio mucho más injusto que la Argentina.
Esa bandera que levantaron contra los ocupantes fue sinónimo de exclusión y de retroceso, es la misma del Mundial ’78, ya ardió, ya fue pisoteada, ya no es apta ni para el amor ni para el orgullo.
Cualquier gobierno que quiera evitar la represión de la protesta social tiene que tener políticas sociales. No se puede escapar de esa lógica y por lo que tiene que responder Macri es por la ausencia de políticas sociales. Sólo se puede sostener la no criminalización de la protesta social desde las políticas sociales, buenas, malas, suficientes o insuficientes, pero tendidas como recurso de negociación. En los sucesos de Soldati hubo vecinos de un lado, del otro, y policías, que estuvieron o no estuvieron. Pero el gobierno porteño no estuvo, salvo para pedir que el problema se lo resolvieran otros. No hubo funcionarios del gobierno macrista en la escena, no hubo negociadores, no hubo política ni Estado. Ni se les ocurre que es eso lo que deben hacer. ¿De qué irían a hablar? ¿Por qué ese territorio abierto al que le llaman “parque” no tiene canchas deportivas, sala de primeros auxilios, talleres recreativos para niños, jóvenes y adultos? No lo hay ni lo habrá porque a Macri le importa sólo lo que le sirve a él, no lo que les importa a los demás. Es un estilo de vida y de gobierno. Ha dado infinitas pruebas de ello.
Sí hubo un uso revulsivo de la política que ellos mismos, que se presentan como una novedad en la materia, dicen detestar o combatir. Hubo un tablero de ajedrez político, hubo especulación política, clientelismo y violencia. Así son los chicos y las chicas pro que tiran los papeles de los chicles en los cestos. Y hubo sobre todo un reflotar de la cloaca argentina, esa que es fascista en el más estricto de los términos, nacionalista en falso y segregadora experta. De eso no brota nada feliz. Nunca sucedió, y eso que es una escena que se replica en la historia mundial y cuya estructura es muy parecida a la Noche de los Cristales Rotos de Hitler: hacé sufrir a mucha gente, y hacé que la gente que sufre tenga un enemigo: hacelos odiar y goberná aplastando a su enemigo. De esta escena de odio de pobres contra pobres mil veces ha brotado la sangre.
Desde la derecha de Macri, esa violencia es estimulante porque cambia escenarios y vuelve vulnerables a muchos. También porque todos los pobres les parecen sacrificables: puede haber violencia porque en ese modelo no importa que mueran ni vecinos pobres ni inmigrantes pobres ni policías. Ese modelo siembra pobreza y exclusión como herramientas de manipulación política. No son solamente efectos colaterales de su neoliberalismo económico. Son la masa temerosa de los otros que le puede dar sustento, vaciada de información y acorralada por el autoritarismo de su vida cotidiana.
Si para algo sirven la educación, la política, la militancia, la información, la historia y la alegría, es para percibir que hay caminos que un pueblo clausura si tiene memoria. En la ciudad de Buenos Aires las escuelas públicas se caen a pedazos como un eje y un símbolo del torpe gobierno de Macri. Los pobres le convienen así. Abandonados, confundidos y rabiosos, mirándose con odio entre sí. Macri escupe contra el viento.
Fuente: Página 12.( Sábado 11 de diciembre de 2010)


sábado, 4 de diciembre de 2010

CONTAGIO

Seguramente todos han influído un poquito. A mi amigo Miguel, que postea generosamente a los grandes del Blues, a mi hijo fanático del Blues, a los Cds.de Chet Baker, Ray Charles, Ben Webster, John Coltrane, Dave Brubeck, Quincy Jones, John Scofield, Javier Malosetti, etc, etc, que se desparraman en el escritorio y que son una buena companía para una tardecita con mate y todo.
Comparto una perlita, con algunos datos biográficos para que sea más completito. Es de todos modos una gota en el océano.

Riley B. King mejor conocido como B. B. King (por su antiguo apodo "The Street Blues Boy King"), nacido el 16 de septiembre de 1925 en Itta Bena, Misisipi, es un famoso guitarrista de blues, jazz blues y compositor.
Según la revista Rolling Stone, King es el guitarrista más grande en vida, y ocupa el tercer puesto entre los "100 guitarristas más grandes de todos los tiempos" (detrás de Jimi Hendrix y Duane Allman).[]
Es conocido por llamar a sus guitarras "Lucille", una tradición que inició en los 1950s,[2] e incluso compuso una canción con ese título haciendo referencia a la manera en que su guitarra cambió su vida.
King es un defensor de la educación de la música en los niños. En 2002, fue contratado como partidario oficial de Little Kids Rock, una organización sin fines de lucro que provee a los niños de escuelas públicas de todo Estados Unidos lecciones e instrumentos musicales de manera gratuita. Forma parte de la tabla de organizaciones de los directores como miembro honorario.
Lucille es el nombre de la guitarra más famosa de B.B. King. El nombre proviene de una actuación en Arkansas, en la que se produjo un incendio que obligó a desalojar el recinto a todas las personas allí presentes. B.B. King se dio cuenta de que se había dejado su guitarra y volvió a rescatarla, estando a punto de morir. Cuando le dijeron que el fuego había sido provocado por dos hombres que se peleaban por una mujer, B.B. King le puso a su guitarra el nombre de ésta, Lucille.

El último eslabón

Los niños y niñas que miran la violencia de su papá hacia su mamá ya no se consideran testigos, sino víctimas. A veces, los chicos y chicas sienten la necesidad de defender a su mamá o de echar a los agresores. Otras veces las impulsan a denunciar. A veces, pero no todas ni necesariamente, repiten la historia y se vuelven –de jóvenes o adultos– agresores o agredidas. La repetición de la violencia se puede evitar. Pero para eso es central contar con educación sexual y talleres con perspectiva de género que trabajen sobre las creencias machistas y eduquen sobre modelos de igualdad que puedan romper con la cadena de la violenciaFinal del formulario
Por Luciana Peker

 “Papá no lo hagas”, le pidió su hijo de 12 años. Pero él lo hizo. Mató a su ex mujer y a su ex suegra. Mató a la mamá (Silvia Morañan, de 50) y a la abuela (Marta Peñalba, de 68 años). Las mató frente a él y a pesar de él. “Papá no mates a la mamá y a la abuela”, pidió, en vano, su hijo de 12 años, a su papá, el 18 de octubre pasado. “No te preocupes que a vos no te va a pasar nada”, le dijo como si para un hijo o una hija perder a su mamá y a su abuela, como si perderlas porque su papá las asesina, fuera hacerle nada.
En Twitter alguien se llegó a preguntar: “¿héroe o asesino?”, porque el asesino –Mario Elizalde– se tiroteó con la policía después de matar a Marta y Silvia, en General Rodríguez. La pregunta es sólo una muestra de cómo se invisibiliza la violencia hacia las mujeres. Y, también, la violencia que genera –incluso en los niños, niñas y adolescentes– la violencia hacia las mujeres. Mario no aceptaba la decisión, el deseo y la autonomía de Silvia. Ella ya se había separado. Mario saltó la reja y los límites entre sus sentimientos y la vida de Silvia. Entró a la casa y atacó a balazos a su ex mujer y su ex suegra. Su hijo, que le había pedido que no las mate, huyó por una ventana y corrió hasta la casa de un vecino a pedir auxilio.
Nadie pudo auxiliarlo para detener la muerte de su mamá. ¿Se puede auxiliar a otros chicos/as que piden auxilio para detener la violencia contra sus madres? ¿Se lo puede ayudar a él, que ya perdió a su mamá, a que la violencia machista, no se le haga carne, cuerpo y cobre vida cuando él forme su pareja? ¿O a una chica que creció con un modelo de una madre maltratada para que ella se ubique en otro lugar que no sea el de víctima?
NO SON TESTIGOS: SON VICTIMAS
“Se observa que los niños defienden a sus madres y las madres deciden acercarse a hacer una denuncia cuando la violencia directa empieza a involucrar a los niños”, cuenta Verónica Tomé, jefa de equipo de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de la Nación (OVD). Mientras que la abogada Analía Monferrer, coordinadora de la OVD, explica: “El debate, en estos momentos, es si es necesario hacer una diferencia entre niño testigo y niño víctima porque hay una cantidad de profesionales que entienden –yo no soy especialista en el tema– que lo que muchas personas denominan el ser ‘testigos’ de violencia, en realidad es ser ‘víctima’ de violencia.”
Monferrer –que intenta ponerle freno a la violencia familiar– también quiere frenar la inercia de estigmatizar a los niños y niñas que vieron golpes, insultos, indiferencia o maltrato en su infancia como potenciales repetidores de esas situaciones. “No hay una relación estricta entre ser víctima/testigo de violencia en la infancia con ser en el futuro una persona violenta”, remarca. Aunque, para evitar esta reiteración, hace falta implementar la Ley de Educación Sexual Integral –para generar nuevos modelos de masculinidad y femineidad–, hacer campañas contra la violencia de género, promover relaciones equitativas de pareja, prevenir los noviazgos violentos y proporcionarles tratamientos a los y las jóvenes que tengan huellas de machismo y maltrato en su historia. Gustavo Galli, director de una escuela media del conurbano, desnuda: “Si un pibe tiene que cuidar que no le peguen a su mamá es porque las instituciones brillan por su ausencia y porque los adultos miran para otro lado”.
ELEGIR OTRO CAMINO
“El 15 de junio del año pasado mataron a una amiga, de 24 años y alumna de teatro en El Salvador. Ella tenía un hijo de 9 años y su papá la mató delante de él”, relata Pamela Palenciano Jodar, autora de No sólo duelen los golpes, un proyecto de exposición de fotos y talleres de prevención de violencia machista. A diferencia de las noticias policiales que terminan con el horror, ella siguió viendo al niño que cumplía 10 años el 17 de junio: el día que enterró a su madre. Pamela –una experta española en violencia de género que ahora vive en Centroamérica– continuó con sus ojos puestos donde la tinta negra no sigue y donde la violencia y el desamparo sólo pueden producir furia. “He estado viendo al niño a ratitos y es increíble cómo se ve la violencia, la rabia, el dolor en sus ojos, la sed de venganza”, transmite desde lo personal. Y lo lleva a lo político: “Yo creo que Dani y tantos niños que presencian esto, que ven la violencia en su casa, que se encaran con su propio padre para defender a su madre, son niños con dolor, con rabia”, Y de lo político vuelve a lo personal en ese ir y venir que la intimidad social no deja de hacer girar. “Mi pareja, Iván, se cuadraba con su padrastro defendiendo a su madre. Iván, de grande, dice que ha hecho –desde la rabia– todo lo contrario a lo que vio en su casa.”
Pero no se trata sólo de una decisión personal, sino, también, política. Pamela remarca: “Estos niños, si son varones, necesitan un tratamiento integral, con un referente masculino (de terapeuta o de educador) que sea diferente a su padre o su padrastro. Además, necesitan sacar la rabia, tener espacios de desahogo para poder expresar estas contradictorias emociones y, sin duda, es imprescindible que alguien los acompañe en el camino de vivir este dolor y si son niñas que alguien las eduque a no aguantar ni el maltrato, ni el control ni la humillación, ni los golpes”.
YO DE UN REPOLLO NO SALI
“Mi papá la golpeaba a mi mamá. Hay una situación que viví a los 14 años que no se me olvida más, que fue en una habitación que compartíamos con mi mamá y yo escuchaba los gritos de mi mamá cuando mi papá le pegaba. Yo me paré frente a mi papá y le dije que no la golpeaba más. Me agarré muy duro, a golpes de puño, como le dice uno, con mi hermano mayor, de 19 años. Ahí hicimos un parate en mi familia. Empezamos una nueva vida. Vos sentías cuando ella temblaba y decía ‘va a llegar tu padre y se me va a pudrir todo’ y veías cómo le temblaba la mano. Y me daba mucha impotencia tener una edad muy chica y no poder hacer nada por mi mamá”, relata a Las/12 Sebastián –la identidad está cambiada para protegerlo–, ahora de 16 años, con tanta crudeza como precisión, con tanto dolor como decisión, en una escuela bonaerense donde alza la mano y denuncia –en una clase de educación sexual– la justicia machista, con palabras tan claras que duelen. Con palabras tan claras que hablan de que Sebastián supo ser escuchado. “Yo vengo de una familia golpeadora”, relata sobre su familia, de tres hermanos varones y dos mujeres.
“Le dije a mi mamá que se pusiera las pilas e implementar una denuncia y mi papá no apareció más”, cuenta. Sabe contar. No es la primera vez. Pero tampoco es lo único que cuenta. “Yo pensaba dejar el colegio y ponerme a trabajar. Pero mi mamá me dijo que no, me dijo ‘yo sé que vas a tener un futuro’ y se puso a limpiar una oficina y con la plata de ella ahora puedo venir al colegio. A nosotros mi papá no nos está pasando nada. Yo no sé cómo la Justicia, con la tecnología que hay, no lo puede rastrear”, se queja de la Justicia, que expuso a su mamá a mantener a su hermana de 12 y a todos los más grandes para poder salir de la violencia.
“La mujer es la que lleva todo el peso porque la sociedad es machista”, dice, con ganas de decir y de hablar con esta cronista, a los ojos, con alivio de hablar y orgullo de salir de una violencia de la que habla en presente para que se vuelva pasado. No lo repite. Lo sabe. Lo vivió. Pero también, ahora, con clases de educación sexual, la piensa. “Yo a la mujer la respeto, la valorizo, porque yo de un repollo no salí. Yo salí de una mujer”, repite para no repetir. Y no repite lo mismo que repiten todos: “Por eso no me gusta la música, la cumbia, porque se ponen a hablar de la mujer, de la minifalda, del órgano femenino, no piensan que salieron de una mujer. No me gusta desvalorizar a la mujer”.
“La situación no daba para más. O se paraba o terminaba alguien muerto”, dice y desgarra. Pero él no. No se desgarra. Porque no es lo único que cuenta. Lo que más cuenta es su sonrisa. Y la charla en donde la equidad entre chicas y varones (propone que una chica no sea mal tildada si usa preservativo y critica la televisión con tantas ganas de observar de nuevo el mundo como de hacerlo de nuevo) y sus ideas salen de su voz, siempre firme, siempre genuina, simplemente empoderada por ser escuchada. “Es importante que haya un espacio en el colegio, que no sea sólo venir a estudiar, sino también poder tener clases de educación sexual para que los chicos y las chicas escuchen y hablen de la violencia y se sientan acompañados por el colegio y que no se sientan solos. Que no se queden callados. Que hablen que van a tener una ayuda. Porque es feo sentirse solo.” Sebastián no está solo. Está en clase. Otra clase. Donde su cuerpo aprende a amoldarse, a jugar, a reírse. A construir otra, nueva historia. “Yo no quiero la violencia para mi vida”, dice. Y la historia empieza de nuevo. Otra historia. Donde las palabras –y no los golpes– cuentan. Y donde la igualdad es –puede ser– una nueva historia.
Fuente: Página 12 – 26/11/2010